Siguió dormida aun sintiendo el olor del cigarrillo consumiéndose en la boca perfecta de su hombre perfecto. Y el viéndola y sintiendo desprecio al ver su inocente cara dejo el cigarro a un lado y comenzó a rebuscar entre sus cosas en espera de encontrar algo que lo sacase de su duda, de porque aquella muchacha le permitía seguir allí interrumpiendo su rutinaria vida. Aquella perceptiva chica sabia ella si sabía todo lo que estaba pasando y porque le dejaba entrar en su vida aunque creara más problemas que nada, pero nunca nadie logra saber porque la gente se enamora de la persona más inapropiada… o quizá se enamora precisamente porque es in apropiada.
El sabia que tenia aun toda la noche para hacer su trabajo así que dejo a la muchacha dormir pero no por pena sino para tener más tiempo para ver si encontraba alguna pista de porque la muchacha no reaccionaba de la forma en la que tenía que reaccionar en la presencia de un criminal. Como el sospechaba no encontró nada extraño que una niña común de 17 años no tuviera. La muchacha soñaba que le perseguía una manada de colibríes y ella solo corría por jugar pero su perfecto sueño fue interrumpido por el sonido de un vidrio romperse y esa fue la primera vez en toda su experiencia que sintió verdaderamente miedo, el rompió la ventana con su puño al darse por vencido.
Era la hora, no había más razones para seguir esperando a hacer el trabajo que era motivo de su visita a una casa ajena. Apagó el cigarrillo y sin pensarlo se armo de valor y con su mano derecha le tapo la boca a la muchacha mientras que con su izquierda la levantaba instantáneamente ella despertó y se encontró con lo que se había imaginado que le iba a pasar en cualquier momento pero aun así se sorprendió y ofreció una falsa resistencia hasta que al fin el hombre la pudo llevar hasta su carro, un Grand Vitara viejo, y la amordazó y la encerró.
Se fueron en el carro siguiendo un camino confuso hasta el amanecer y a las 6 de la mañana estaban ya llegando a una vieja hacienda en las afueras de la ciudad donde no se veía ni un alma, solo tierra, solo cemento, ni los animales llegaban hasta es recóndito lugar. En la hacienda les había estado esperando otro hombre de contextura ancha y cara de maltratado pero no era con alguien con el que parecía buena idea meterse, con una patada era capaz de matarte. No se comparaba con el hombre que la había secuestrado, tenía en los ojos de sabio y parecía ser la cabeza del plan tenía entre 30 y 35 años y era muy atractivo aunque parecía no darse cuenta de ello, eso fue lo que llamó la atención de la chica.
Cuando le vio por primera vez al secuestrador fue una domingo soleados de esos que por mas lindos tienen el peso en el aire por todos los adolecentes tristes sabiendo que es su ultimo día libre, estaba caminando en busca de una helado y sintió la presencia de alguien pero ni hiso nada al respecto. En la heladería estaba un señor comiendo un helado solo y tenia ropa muy fina, raro en una heladería de barrio y desde la primera vez que lo vio llamó se intención y al verle a los ojos rápidamente desvió la mirada intimidad para la penetradora mirada de ese señor, ese fue su primer encuentro y desde ahí habían tenido algunos otros que le hicieron sospechar a la muchacha, por cierto llamada Fernanda, las intenciones del señor de la mirada profunda como a Fernanda le gustaba llamarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario